El padre de la cantante Britney Spears, Jamie Spears, aceptó dar un paso al costado y dejar la tutela total que ejerce sobre su hija desde hace 13 años.
Según señala TMZ, el hombre se acercó a los tribunales para retirarse de su posición y realizar una transición ordenada según lo establezca la ley, pese a que su abogado aseguró que «no hay razones para suspenderlo o removerlo».
Sin embargo indicó que «el señor Spears ha sido blanco de ataques injustificados y él no cree que esta batalla pública con su hija sobre su continuo servicio como conservador esté dentro de sus intereses«.
En esta petición, la defensa de Jamie Spears agregó que «más allá de su título formal, el señor Spears siempre será el padre de la señorita Spears, siempre la amará incondicionalmente y siempre buscará lo mejor para ella».
Esto pone fin a un periodo de 13 años en los que Britney Spears y la administración de sus bienes estuvieron bajo el control de su padre, luego de que la artista viviera una adicción y escándalos públicos en 2008.