Ciudad de México. (Cultura Colectiva).- Karl Lagerfeld, director artístico de Chanel y Fendi, falleció este martes 19 de febrero de 2019 en un hospital de París, según ha confirmado la máxima casa de moda. El káiser se ha despedido con 85 años de edad, tras 35 de estar frente a la firma que creó Mademoiselle Coco en 1910. Aún no se aclaran las causas de su muerte; sin embargo, su avanzada edad y deteriorada salud no abarcan demasiadas posibilidades.
Inclasificable, odiado, idolatrado y siempre revolucionario pero fiel a los más altos estándares de la moda, el káiser será recordado por ser uno de los más grandes en la historia del diseño. 10 momentos clave para entender su insuperable relevancia:
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Lagerfeld se crió en la Alemania de los años 30, frente al ascenso de Hitler; su familia se mudó entonces a una zona rural del norte de Alemania, donde jamás volvieron saber sobre los nazis, pero se mantuvieron relativamente prósperos durante la Segunda Guerra Mundial por los comercios de su padre.
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Se inició en el mundo de la moda en 1955, después de ganar un concurso de diseño patrocinado por el Secretariado Internacional de la Lana, gracias a la perfección de sus abrigos confeccionados; fue allí también donde conoció a un ganador de otra categoría que igual se convertiría en un diseñador clave del Siglo XX: Yves Saint Laurent.
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Sus primeros tres años fueron al lado de Pierre Balmain, donde fungía como aprendiz y asistente del couturier.
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Diseñó las faldas más cortas de todo París para su colección de primavera1960. Desde entonces, el escándalo jamás le abandonó como diseñador autónomo.
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Ingresó a Fendi en el año de 1963. Prácticamente, la identidad de esta marca fue construida por él.
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En 1983 logró lo que nadie imaginaba: hizo que Chanel, una marca histórica pero casi muerta y llena de nostalgia, volviera a la vida con una nueva y popular línea ready to wear.
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Su uso de pieles, su desdén por las mujeres de talla grande y sus agrios comentarios –como en el que dice que Pippa Middleton sólo debería mostrarse de espaldas por su fea cara–, le han hecho uno de los personajes más odiados en la industria.
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En 1993, Lagerfeld contrató a strippers y estrellas de cine erótico para modelar en una colección de Fendi durante el Milan Fashion Week. Anna Wintour abandonó la pasarela debido a su selección de modelos. Afortunadamente, la relación entre el káiser y la más grande editora en el mundo se restableció con el tiempo.
Al finalizar su último show durante la semana de la Alta costura en París, Lagerfeld no salió a saludar y agradecer a su público. Desde entonces de especulaba su estado de salud. Al respecto, él comentó sobre las sugerencias de retiro que le llegaban: «¿Por qué debería hacerlo? Si me voy, directamente moriría».
