Ciudad de México.- Una de las preguntas más recurrentes que me hago, no desde hace poco, sino desde que era adolescente, es el porqué una mujer que tiene y lleva una vida sexual activa y con diversas parejas es llamada puta, mientras que un hombre que tiene múltiples parejas es un “campeón” bien visto socialmente.

Justo recordé esa reflexión ayer cunado leí una nota de Irina Baeva quien habló recientemente de los prejuicios de género; en donde dio detalles dolorosos de la difícil situación a la que se enfrentó por ‘haberse enamorado de un hombre separado’.

Y es que el machismo y los insultos de genero parecen no evolucionar, aún con el paso del tiempo, en donde entre mismas mujeres se llaman de forma negativa y lo cual hasta ahora ha sido generacional.

“Por eso ambos decidimos iniciar una relación y ahí fue cuando me convertí en un demonio. Él siguió siendo el mismo hombre, nadie le decía nada y prácticamente no hubo consecuencias para él en el trabajo. En cuanto a mí, yo me convertí en una fácil, en una puta, en una roba maridos, en una rompe hogares’, dijo Baeva, y al final creo que le damos la razón.

La actriz además también tuvo que lidiar, además de las consecuencias emocionales, con las laborales.

“Yo estaba empezando a dudar de quién era yo en realidad, me estaba creyendo todos esos comentarios negativos".

La actriz además destacó que desde muy pequeña fue estereotipada por ser rubia, como la chica linda y tonta. Además, por su profesión, muchos otros prejuicios sobre ella recaían como el hecho de que otros asumieran que se acostaba con productores para obtener papeles.

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