Veracruz.- Las leyendas son parte de Veracruz, algunas antiguas y otras más recientes que hablan de historias que ocurrieron en Veracruz, una de ellas es la de una niña con su muñeca, la cual quedó poseída con el espíritu de la menor de edad y tuvo que ser resguardada en una iglesia de Veracruz, donde se le reza para que la niña logre el descanso eterno.

El investigador Ricardo Cañas cuenta la leyenda que indica la existencia de una niña de 12 años originaria de Zongolica, estaba enferma de cáncer, la trajeron aquí a Veracruz para que fuera atendida en el hospital general, estaba muy mal pues aparte sufría maltrato, sus pies estaban muy dañados y cuarteados porque no usaba zapatos.

Las enfermeras la atendieron y unas damas voluntarias llevaron juguetes a los niños y le entregaron una muñeca, que después se supo fue el único juguete que tuvo.

La niña disfrutaba jugando con su muñeca, tanta fue su felicidad que empezó a mejorar, pero pasaron los días y lamentablemente no pudo sobrevivir y falleció de cáncer en el cerebro. La niña murió abrazando a su muñeca.

Apenas había fallecido y las enfermeras trataron de retirarle la muñeca pero les fue muy complicado porque a pesar de que acababa de morir, el brazo izquierdo estaba muy duro, aunque el cuerpo todavía no presentaba el rigor mortis.

Le dieron masaje y le hablaron hasta que la soltó y la niña fue sepultada.

La muñeca fue entregada a otras niñas, pero sucedía que lloraban mucho, no la querían porque les hacía sentir triste.

Después se la entregaron a otra niña en una colonia pobre, pero sucedió lo mismo, la niña que la recibió lloraba mucho y decía que no la quería.

La mamá de la pequeña intentó deshacerse de la muñeca, la quemó con diésel, pero la llama se apagaba, incluso le roció thinner, pero ocurrió lo mismo, prendió y enseguida se apagó.

Dado que no pudo deshacerse de la muñeca, decidió entregarla a un grupo católico de oración, quien le reza y la mantiene resguardada en una iglesia de Veracruz.

Hoy en día está depositada y un grupo de oración católico y esta rezando para que esta niña, que muy posiblemente se aferró al juguete, el único juguete que la hizo feliz en su corta vida, que sólo vivió dolor; ahora le están rezando, esperando que la niña vaya al eterno descanso".

Ricardo Cañas prefirió mantener en secreto la iglesia donde se encuentra para evitar el morbo entre la gente que querrá visitar el lugar y lo que ahora intentan grupos católicos es que la niña descanse, por eso le oran al objeto que la hizo feliz en su corta vida, para que la menor fallecida encuentre el descanso eterno.

Esta es una de las historias que el investigador Ricardo Cañas narró en la Noche de Leyendas realizada en el Museo de la Ciudad de Veracruz.

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