China.- Salvo que seas extraterrestre seguro que has oído hablar de ese terrible virus proveniente de Wuhan que tiene paralizada China y, con ella, medio mundo.

Por ello, las normalmente bulliciosas calles de sus ciudades permanecen vacías por miedo a la infección (y/o por orden del gobierno), tal y como nos muestra Nicoco con su serie ‘One person city’ donde documenta cómo está la ciudad más poblada de China.

Nicole Chan, alias Nicoco, es una artista nacida en Chicago pero residente en Shangai que está convencida del poder de las artes visuales como mecanismo de narración y cambio social.

Por eso, cuando el brote del coronavirus empezó a vaciar una ciudad que oficialmente no estaba en cuarentena, cogió sus cámaras (una Canon EOS 7D Mark II y una EOS 6D con una óptica de 24 mm) y se lanzó a la calle con la curiosidad de retratar “cómo reaccionaría una metrópolis de tal magnitud que normalmente es una ciudad insomne ante la incertidumbre”.

Y lo que se encontró es lo que podrás ver en las fotos: “El resultado es el vacío lleno de miedo. Mi experiencia de vivir en Shanghai durante el brote de coronavirus es el aislamiento. Es más que personas que evitan áreas que piensan que estarán abarrotadas, es gente que no abandona sus hogares para nada”.

“Durante mis varios días en bicicleta, caminando y en metro por la ciudad —continúa—, la mayoría de las personas que vi eran personal de limpieza, oficiales de seguridad y cajeros. Algo así como un ‘¿Dónde está Wally’ de millones de personas. La pandemia tiene muchas caras, pero para la mayoría aparentemente no tendrá cara alguna”.

Nada menos que 24 millones de habitantes viven en Shangai, una metrópoli que además recibe muchos visitantes en las fiestas del Año Nuevo Chino, época de temporada alta de ventas para los comercios. Por eso, que el brote del virus haya coincidido con esta festividad hace aún más patente la soledad de sus calles.

Justo eso, retratar el vacío, era el principal objetivo de la autora que quería “capturar la sensación de vacío apocalíptico. Algunas de las fotos pueden parecer capturadas a extrañas horas de la madrugada, pero en conjunto buscan reforzar una idea: que no había nadie en ninguna parte”. Si se ve gente en algunas de ellas es porque “a menudo esperaba que alguien estuviera en el plano para dar una idea de la escala”.

El uso del gran angular le permitió capturar espacios amplios que normalmente “están diseñados para acomodar a cientos de personas. Me pidieron educadamente que no fotografiara dentro de ciertos centros comerciales, a pesar de que normalmente se permite hacerlas. Sin embargo, la falta total de visitantes me hizo demasiado visible así que me resultó más fácil hacer las fotos en lugares turísticos muy conocidos donde era de esperar que hubiese más gente”.

El resultado, como podrás observar, es una colección de imágenes que llaman poderosamente la atención por lo que muestran, y porque enseñan algo que en los diferentes medios de comunicación no suelen verse. Además de enseñárnoslas, nos gustaría que este artículo sea también nuestro pequeño homenaje y un abrazo virtual para ese gran país, esperando que la crisis del coronavirus acabe lo más pronto (y satisfactoriamente) posible.

Con información de Xatakafoto | Óscar Cóndes | Fotos: Nicoco


 

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